Hoy te traigo un autor que seguramente conocerás, pero que
no suele ser habitual que se narren sus relatos. Este autor, no es otro que el inmenso
Groucho Marx. Comediante, actor, cantante y escritor,
Groucho pasó casi siete décadas haciendo reír a la gente con su entusiasmo y su agudo ingenio.
Groucho Marx
«Nací a muy temprana edad», ironiza él mismo en
Groucho y yo, novela que escribió en 1959.
Nacido en 1890 en Nueva York,
Julius Henry Marx era el tercero de cinco hijos de una familia de emigrantes judíos franco-alemanes encabezada por su padre, un sastre desastroso, y su madre, Minnie, auténtica fuerza creadora de
los Hermanos Marx.
Y es que fue ella, descendiente de una familia de artistas de vodevil, la que
alentó la carrera escénica de sus cinco hijos como medio de salir de la miseria.
¿Quién no recuerda alguna de las maravillosas películas de los Hermanos Marx, desde
«Una noche en la Ópera», a
«Sopa de ganso», «Una noche en Casablanca» o
«Los Hermanos Marx en el Oeste».
Los que ya peinamos canas, recordamos una época en la que los sábados por la tarde
TVE nos brindaba habitualmente el privilegio de troncharnos de risa con esas divertidísimas comedias,
inteligentes y absurdas a partes iguales.
Esos
vodeviles descacharrantes llenos de frases ingeniosas y con diálogos a la velocidad del trueno, de la que tanto adolecen a día de hoy las comedias que llegan a nuestras cada vez más vacías salas de cine.
Esta verborrea queda también bien patente en su faceta litararia. Los libros de
Groucho Marx, pocos pero imprescindibles, están preñados de ese
finísimo sentido del humor, de su amor por lo semántico y los juegos de palabras y por esa lucidez y genialidad que hace brillar con luz propia toda su obra creativa.
Woody Allen, del que ya tuvimos uno de sus relatos en este podcast, de siempre se ha manifestado
un gran admirador de Groucho Marx.
Frases ingeniosas
Groucho nunca se cansaba de repetir
frases ingeniosas de su propia cosecha como que
«no aceptaría pertenecer a un club que admitiera entre sus miembros a alguien como yo», como
«el matrimonio es la principal causa del divorcio» o
«Es mejor callar y parecer estúpido que hablar y despejar las dudas definitivamente».
De lo que tampoco se dejó nunca de quejar el gran
Groucho Marx, es de que se le atribuyeran otras muchas frases supuestamente ingeniosas que él nunca había dicho.
Como la falsa leyenda de que en su tumba ponía
«Disculpe que no me levante». Es un hecho más que demostrado que esta leyenda es totalmente falsa.
Mi mejor amigo es una perra
El relato que te traigo hoy se titula
«Mi mejor amigo es una perra», está extraído del imprescindible libro de relatos
«Memorias de un amante sarnoso», al cual te invito a que le des una lectura, seguro que te echas unas buenas risas.
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Este relato en concreto
es una buena muestra del tipo de humor del que siempre hizo gala nuestro querido y siempre añorado Groucho Marx.
Antes de dejarte con la historia de hoy te dejo dos perlas más de las que nos dijo Groucho, que la verdad, siempre apetecen…
«Pienso vivir para siempre o morir en el intento» Y, para acabar,
«Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros.»
Ahora sí, te dejo ya con este fantástico relato. Bienvenido, bienvenida a
Audiolibros y relatos, un podcast literalmente literario. Espero que el relato sea de tu agrado y lo disfrutes.
Las canciones que sirven de colchón musical para el relato son
«I’ll see you in my dreams» y
«The Gadget Project» interpretados por
Les Deux Guitares.
Si te ha gustado este divertido relato y te has quedado con ganas de más, aquí te dejo otro: «El cuento del lunático» de Woody Allen. Espero que sea de tu agrado.
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Notas del programa
Antes de dejarte con este magnífico relato, te pediré que por favor
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