El precio del silencio. El desahucio: un drama social

Corría el año 2013, la crisis económicaera ya endémica y tendía a eternizarse. Eran días de eufemismos, medias verdades, mentiras enteras y muy poca vergüenza por parte de nuestros políticos y de muchos gobiernos.

También era raro el día que los noticiarios no abrían sus ediciones con algún escabroso desahucio. Algunas de las cadenas trataban el tema con un sensacionalismo barato y sin compasión por las víctimas que ponía los pelos de punta. Sobre todo, cuando algún desahucio acababa con el suicidio de alguno de sus protagonistas.

Como casi siempre, me surgieron multitud de preguntas. Algunas de ellas, ¿qué puede llegar a hacer una persona en la desesperación más absoluta? ¿Qué puede pasar por su mente si sabe perfectamente quién es el culpable directo o indirecto de su situación? ¿Puede una buena persona hacer el mal por una buena causa? Estos interrogantes, fueron los puntos de partida de El precio del Silencio.

Plan de rodaje milimetrado

Girona y Teatre de Contacte

De siempre me ha enamorado esta preciosa ciudad. Por su centro histórico, por los millares de postales que nos ofrece, por la mayoría de sus gentes. Girona es una ciudad de una fotogenia extraordinaria. Casualmente, tengo allí muchos amigos. En el anterior corto el equipo técnico se redujo a dos personas. En este quería dar un salto en todos los sentidos.

Aunque fuera presupuesto 0€ (todo fueron gastos para mi, desplazamientos y comida y cena para todos los participantes durante los tres días de rodaje) esta vez el equipo estuvo compuesto por once personas. En su mayoría, de la compañía teatral Teatre de Contacte que ya conocía de una experiencia anterior, en la grabación del documental Kontakt in Berlin que rodé el 2008 en la capital alemana, con ellos como protagonistas. Desde entonces, hemos compartido otros proyectos y nos une la amistad.

Diario de rodaje (making-of extendido)

Plan de rodaje milimetrado

Creo que el secreto del éxito de un rodaje de estas características (y de todas las demás, también) es tener claro y controlado de antemano hasta el más mínimo detalle. Aún así los imprevistos siempre aparecerán.

De siempre, me hubiera gustado contar con storyboards para mis rodajes. Ayudan una barbaridad, son muy gráficos para todo el equipo y simplifican mucho el trabajo. Como no sé dibujar y nadie de mi entorno más cercano tampoco tenía estas cualidades, opté por el plan B. Cada plano, cada secuencia, cada pieza del equipo y cada detalle de atrezzo está en mi cabeza y yo la traslado a un guión técnico que añado o adjunto al plan de rodaje.

Todos los miembros del equipo tienen este documento, donde de una rápida ojeada puede extraer toda la información necesaria de cada uno de los planos del corto. Que día se rueda, a qué hora, que actor/es ruedan, que tipo de plano será, una breve descripción de la acción, dónde se rodará, con que tipo de iluminación (diurna/nocturna) y que objetos extra de atrezzo se necesitan y si se necesita maquillaje o no.

He de decir que siempre he calculado muy meticulosamente los horarios y, normalmente, he acertado. Lo más tarde que acabé un día de rodaje fue con una hora de retraso sobre la hora prevista. Y si de esa meticulosidad, haces método, lo transformas en tu rutina, tienes mucho ganado. El corto se rodó entre los días 8, 9 y 10 de marzo del año 2013.

Protagonizado por: Ester Soms, Óscar Ramiro, Josep Mª Masferrer, Paulo Caros y Susanna Romero.

Sinopsis

La crisis (del sistema) que nos azota, deja a diario a muchas personas en la más absoluta miseria. Sin trabajo, ni esperanzas; y lo que es peor, sin techo, y el ser humano, llevado a una situación límite, es imprevisible. Y tiende a tomarse la justicia por su mano.

Laia y Rubén, una pareja sin trabajo y que está a punto de ser desahuciada, deciden pasar a la acción y secuestran a Mario, el director del banco que les concedió la hipoteca. Cuando descubren el oscuro secreto que oculta Mario, ven una oportunidad para solventar todos sus problemas y salir airosos.

Pero, este mundo está también habitado por rocambolescas personas como el Señor Busquets.

Y si de esa meticulosidad, haces método, lo transformas en tu rutina, tienes mucho ganado.

Durante todo el rodaje de El precio del silencio, Pau Herrero, además de ayudar a Irene Roé con la iluminación, se encargó de registrar con su cámara varias horas del proceso de grabación. El montaje final, lo hice yo. Creo que es muy interesante de ver para todo aquel que tenga una buena idea para un cortometraje y no se proponga ni tan siquiera hacerlo, por pensar que es imposible hacer algo digno sin nada de presupuesto. Y si que es posible. Con buenas ideas y un equipo de gente cercana que te ayude a llevarlo a cabo. Que no puedes disponer de una dolly… le pides a tu vecino que te haga una casera, con un tablón de madera, cuatro ruedas y unas cuantas tuercas…

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