CINEPEDIA, la enciclopedia de cine de ABISMOfm pretende ser una herramienta útil para todas aquellas personas aficionadas al cine o las series que, a veces, no entienden esa terminología tan técnica utilizada por personas más duchas en la materia, que olvidan que no todo el mundo parte del mismo nivel, ni nace enseñado. Hoy te voy a hablar de la continuidad en el cine.
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El objetivo de una película es meterte dentro de ella, que no te acuerdes en ningún momento de absolutamente nada de lo que se encuentre fuera de esa pantalla.
Por eso, es fundamental cuidar todos los detalles, y uno de los más importantes es el de prestar la debida atención a la continuidad en el cine, ya que de ella va a depender directamente que te olvides de que estás viendo una película o, por el contrario, que te des cuenta de golpe de que se trata de una ficción.
¿Alguna vez te ha pasado que estás viendo una película y, en un corte de plano, un objeto importante de la escena cambia radicalmente de lugar? ¿O que en la siguiente escena el actor, después de haber corrido media hora bajo la lluvia, tiene el pelo completamente seco?
Todos estos ejemplos son fallos en la continuidad, y es que el término, como cabe suponer, hace referencia a la ilusión o ficción que se crea en las películas, en la cual se finge que se trata de algo real que posee un orden lógico de pasos.
Es decir, la continuidad o raccord (en francés) sostiene que en una película una escena debe de tener continuidad lógica y visual con la siguiente. No es admisible que se cambie de actor en mitad de una escena, que aparezca vestido de otra manera o que, por ejemplo, actúe con mucha menos intensidad que en la secuencia anterior.
Con todo, cabe señalar que existen diferentes tipos de raccorden el cine a los que se debe prestar atención. A continuación te los explicamos.
Suele ser uno de los errores de continuidad más comunes. Una taza en una mesa que cambia de sitio, una camisa que no está tan sucia como antes, una botella de agua que, repentinamente, vuelve a estar llena de líquido.
Piensa que muchos de estos errores están presentes en todas las películas. De hecho, se dice que cuando uno observa los errores de continuidad de este tipo es porque la película no es capaz de captar nuestra atención.
De hecho, hay directores de la talla de Martin Scorsese que cometen una inmensa cantidad de fallos de continuidad de atrezzo y de vestuario, pero poca gente se da cuenta porque este director en concreto mantiene muy bien el ritmo de su narración.
¿Por qué se producen estos errores? Uno de los motivos es que las escenas se repiten muchas veces, y entre una y otra pueden pasar muchas cosas. Puede que en una toma falsa se haya roto sin querer una pieza del mobiliario y que sea necesario remplazarla por una parecida. Evidentemente el espectador no ve cómo se ha roto, pero nota que algo ha cambiado.
Por lo tanto, es realmente complicado evitarlos. Y, más que por despiste, se suelen producir por falta de presupuesto para la reposición de los materiales.
Otro caso es cuando el director considera que hay dos tomas que sobresalen por encima de las demás, y, aunque haya un fallo de continuidad, decide insertarlas, para dar prioridad a la historia sobre el escenario.
Sin lugar a dudas, este es uno de los problemas más significativos de la continuidad en el cine, ya que resulta especialmente complicado de corregir y, además, es importante mantener la luz en el punto adecuado.
Principalmente es algo a lo que hay que atender cuando se graba en exteriores, es decir, cuando la luz natural puede influir directamente en el plano o en la secuencia que se va a grabar.
Por ejemplo, hay que valorar aquí que no se trata solo de una cuestión de luz, sino también de climatología. Si hay niebla, si el día está nublado o si llueve, influirá, y mucho, sobre la luz con la que se termine grabando en la película. Por lo tanto, siempre hay un margen de tiempo en el que se pueden grabar las escenas.
A este respecto, lo ideal es grabarlo todo el mismo día o, en caso contrario, en días consecutivos en los que el clima no haya cambiado en exceso, siempre en una horquilla de horarios muy similares.
Con todo, esta no es condición suficiente para que la escena mantenga la continuidad. Principalmente porque, una vez más, vuelve a depender del presupuesto y del tiempo que se dispone.
Por un lado, los focos pueden ayudar a corregir algunos desniveles lumínicos más evidentes, pero no todo el mundo tiene ese equipo. Además, los rodajes suelen estar ajustados a un tiempo determinado, y el equipo no suele tener la libertad de reunirse cuando el clima vuelva a ser el idóneo para la escena.
Por lo tanto, este tipo de rupturas en la continuidad son algo que se suele producir, pero dependerá de la habilidad del equipo el saber corregir este desfase o no.
Un movimiento con una dirección y velocidad determinados se debería ver continuado en el siguiente plano con velocidad y direcciones equivalentes.
Si, por ejemplo, un plano va de derecha a izquierda siguiendo a un personaje que va a entrar en algún sitio, cuando el personaje haya entrado y se muestre otro plano de dicho personaje dentro del lugar, dicho plano también deberá ir de derecha a izquierda.
La continuidad en el sonido también tiene es de una importancia vital. Si la acción sucede en el mismo lugar y en el mismo momento, el sonido debe ser fluido de un plano al otro.
Debes de tener mucho cuidado también con los silencios. El silencio total no existe en el cine. Siempre hay un leve ruido o siseo de fondo que si optas por eliminarlo, se va a notar muchísimo. Queda muy antinatural.
Este tipo de continuidad suele ser la más complicada de mantener, por varios motivos.
En ocasiones, un actor consigue un nivel de interpretación realmente profundo, y no siempre es capaz de llegar a ese mismo estado de nuevo. Principalmente porque es un proceso complejo que solo algunos de los principales profesionales del género suelen conseguir.
Por eso hay algunas tomas tan brillantes, y otras con una actuación mucho más medida y menos significativa. Es algo que se puede apreciar especialmente en las escenas más dramáticas y próximas al clímax. Precisamente por eso se busca que todos los planos correspondan a una misma secuencia de rodaje y que no sean necesarias demasiadas tomas.
Como te puedes imaginar, este tipo de continuidad, mucho menos técnica y más personal, depende en última instancia de las habilidades que tengan los actores. El equipo que hay detrás solo puede utilizar algunos trucos durante el montaje.
En conclusión, la continuidad en el cine es difícil de mantener, pero es algo interesante sobre lo que saber más, principalmente porque puede determinar el resultado final de una cinta. Ahora que ya lo sabes, ¡fíjate en la próxima película que veas!
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