El podcasting bebe de muchas fuentes diferentes, algunas de ellas relacionadas directamente con el mundo del cine. Justo esto es lo que ocurre con el uso del McGuffin, una técnica que durante décadas se ha usado con mucho éxito en grandes producciones cinematográficas.
Por sus propias características, a esta técnica también se le puede sacar mucho partido en el campo del podcast.
Ahora te recomiendo que pulses el PLAY, es muy recomendable escuchar el podcast mientras lees el artículo. Los aspectos más visuales del post, como las fotografías y los enlaces, te ayudarán a complementar el audio. Si lo prefieres, descarga el podcast en tu ordenador o móvil.
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Como reza el subtítulo de ABISMOfm: Todo sobre Podcasting y Audiovisuales, tanto en este post como en el podcast, he decidido tratar un tema que aunara estas dos categorías y que, por lo tanto pudiera publicar el mismo capítulo en dos podcasts diferentes como son PODCASTING para PRINCIPIANTES y la CINEPEDIA.
Espero que os guste este experimento. Te dejo ya con el tema de hoy.
Se trata de un recurso narrativo que da lugar al desarrollo de diversas tramas. Puede ser una persona o un objeto.
Lo verdaderamente llamativo es que ese personaje u objeto se convierte en el centro de las tramas y subtramas que se van desarrollando pero sin intervenir demasiado en ellas.
A día de hoy es una de las técnicas cinematográficas más populares, si bien es cierto que no todo el mundo sabe usarlas con la misma maestría.
Aunque el término fue ideado por Angus MacPhail, fue el maestro del terror y el suspense Alfred Hitchcock el que popularizó este recurso narrativo.
Hitchcock explica también esta expresión en el libro-entrevista con François Truffaut El cine según Hitchcock:
El éxito del MacGuffin ha sido tal que ha pasado del mundo del cine al de los videojuegos, también tenemos grandes ejemplos en la literatura y ahora, por qué no, también se puede usar en el campo del podcasting.
En esta película del gran Steven Spielberg el McGuffin está presente incluso en su título. El film nos narra las desventuras de un destacamento de marines que tienen como objetivo encontrar a un soldado para conseguir que vuelva sano y salvo a casa.
Durante la mayor parte del metraje Ryan no es para el espectador más que un mero nombre. Un personaje en torno al que se desarrolla toda la trama de la película pero que, sin embargo, no llega a aparecer hasta los últimos minutos.
En 1994 Quentin Tarantino estrenó la que se convertiría quizá en una de sus películas más exitosas, todo un objeto de culto a día de hoy.
En este film hay muchos aspectos reseñables desde el punto de vista cinematográfico, pero también hay un gran McGuffin. Si la has visto seguro que ya lo tienes en mente. Se trata del famoso maletín.
Va de mano en mano y los personajes parecen dispuestos a hacer cualquier cosa por conseguirlo. Sin embargo, en ningún momento llegamos a saber qué hay dentro de él. De hecho, al final al espectador ni siquiera le importa demasiado.
La importancia de este McGuffin es tal que incluso se han escrito ríos de tinta en Internet sobre lo que podría contener el maletín. Aunque a día de hoy sigue siendo una incógnita y el propio director ha señalado que no hay respuesta.
Otro McGuffin que se cuela hasta en el título de la obra de J.R.R. Tolkien llevada al cine por Peter Jackson a principios de los 2000.
Todas las aventuras y desventuras de Frodo, Sam y el resto de la Compañía del Anillo a lo largo y ancho de la Tierra Media se basan en la necesidad de acabar con el anillo.
Este pequeño objeto se convierte en el protagonista indiscutible de la película. Y sin embargo, durante la mayor parte del metraje de la trilogía casi ni lo vemos en pantalla.
Ya hemos comentado antes que Alfred Hitchcock fue el gran maestro en esto de usar objetos o personas alrededor de los que gira la trama.
En Psicosis incluyó un McGuffin que llega a pasar bastante desapercibido, pero en realidad sin él nada en la historia se hubiera desarrollado de la misma manera.
Al principio de la película Marion Crane roba un sobre dinero e inicia una huída que acaba con ella haciendo una parada en el motel Bates.
Cuando la protagonista muere desaparece su coche y el sobre con los 40.000 dólares, pero ya no importa, ha cumplido su papel de llevarnos hasta la trama principal de la película.
A la hora de grabar un programa no te puede faltar un buen guión. Ya sabes que el trabajo comienza mucho antes de ponerse frente al micrófono.
El McGuffin es un recurso narrativo y por eso puedes usarlo sin problema en la elaboración de tu guión. Ese elemento será el que se encargue de unir el hilo narrativo de aquello que quieres contar.
Por ejemplo, si en tu programa hablas sobre historias de terror, tu McGuffin puede ser algo tan sencillo como una tormenta. Un fenómeno que esté presente en todas las historias que vas a contar y que te vaya permitiendo avanzar hasta llegar al punto álgido de tu narración.
De esta forma consigues dar consistencia a todo lo que estás contando. Aunque sean historias diferentes que no tengan nada que ver entre sí, tienes un elemento de conexión que hace al oyente más fácil seguir la trama.
El McGuffin puede ser más o menos evidente. Como hemos visto antes con los ejemplos de cine, hay casos en los que resulta muy obvio y otros en los que pasa más desapercibido.
Seguramente al principio los que incluyas en tu guión serán evidentes, pero si trabajas bien esta técnica podrías llegar a usar este recurso narrativo con tanta naturalidad que pase desapercibido para tu público, si bien seguirá cumpliendo con su finalidad.
Aquí te dejo el contenido del artículo dentro del podcast Cinepedia, la enciclopedia de cine de ABISMOfm. dale el PLAY, o si lo prefieres, descarga el podcast en tu ordenador o móvil.
Hacer un podcast es todo un arte y exige muchas horas de trabajo. Esto es algo que tienes que tener en cuenta tanto si haces tus grabaciones a nivel profesional como si se trata de un hobby.
Si quieres que el producto final tenga la máxima calidad, debes esforzarte al máximo antes de ponerte delante del micrófono para elaborar el guión de lo que vas a narrar. Durante la grabación para que el resultado sea aceptable, y después de la misma para hacer los ajustes técnicos que sean necesarios.
Estamos seguros de que tu experiencia en el mundo del podcasting será mejor si aprendes a utilizar el McGuffin.