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Octavo capítulo de AL BORDE DEL ABISMO con Luís del Valle del blog programarfacil.com y productor del podcast La tecnología para todos. Una auténtica eminencia en cuanto a Arduino se refiere. Luís nos acompañará durante dos semanas seguidas.
Nuestro invitado de hoy es, ante todo, un tío majo donde los haya. Sencillo, honesto, afable y de agradable conversación.
Tuve la suerte de conocerle en persona en las últimas JPOD celebradas en Alicante y, desde el primer momento, sentí unas buenas vibraciones tremendas y tuve el presentimiento que aquello, sólo podía ser el principio de algo más intenso y duradero que un simple fin de semana de agradable compañía.
Esta entrevista lo ratifica y que, desde hace unas semanas pertenezcamos al mismo grupo de Mastermind, no creo que sea una simple casualidad.
Pues bien, detrás de ese tío simpático y de aspecto bonachón, se oculta un cerebro privilegiado, un trabajador infatigable, un programador informático respetado, un podcaster, blogger, youtuber y, agárrense fuerte… una auténtica eminencia en cuanto a Arduino se refiere.
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Y tu te preguntarás… ¿Qué es Arduino? La verdad que si te lo tuviera que explicar yo ibas bien apañado… creo que lo único que sé a ciencia cierta de Arduino que no es el de la lámpara maravillosa… eso es de otro cuento.
Pues bien, me dejo de cuentos y te dejo con la entrevista. La puedes escuchar aquí mismo, descargártela o bien leer una amplia transcripción. Tu eliges.
Soy Luís del Valle. Tengo cuarenta años y soy de aquella generación que se crió en los ochenta, cuando los ordenadores empezaron a entrar en nuestras casas. Aunque tu no tuvieras ordenador, siempre conocías a alguien que si tenía.
En el futuro saldrá en los libros de texto que en los ochenta se introdujo la informática a nivel de usuario en nuestras casas.
La informática me cautivó desde el primer momento. Desde que tenía unos doce años. Fui de los que tuvo la suerte que, en mi casa, pudieron comprarme un ordenador. Un Spectrum 48K.
Al primer momento de encender el ordenador y ver que se podía programar, despertó en mí la curiosidad. A partir de ahí, mi vida siempre ha ido ligada a la informática y la programación.
Actualmente vivo en un pueblo de la provincia de Alicante, San Vicent del Raspeig, pero soy originario de Majadahonda, un pueblo de Madrid, del cual tengo una gran añoranza.
Hay una frase de una gran película, Martin H que dice: «Cuando dejas una ciudad, realmente no echas de menos la ciudad, echas de menos a las personas que viven allí».
Entendí ese concepto cuando me fui de mi casa. Soy hijo único y dejé a mis padres. Aunque no están solos. Allí tienen a mis tíos y primos.
Fue bastante duro dejar mi vida en Madrid y embarcarme en un viaje tan duro y tan bonito a la vez. Este cambio drástico en mi vida vino inducido por lo que al fin y al cabo mueve el mundo, el AMOR.
Mi mujer es de Alicante y estamos juntos desde pequeños. Llevamos juntos toda la vida, ya que teníamos catorce o quince años. Veraneábamos juntos en La Mata, una pedanía al lado de Torrevieja.
Allí pasamos una juventud muy feliz. Pasaban los años y sólo nos veíamos de verano en verano ya que antes no había AVE, sólo el autobús y entonces no existían las autovías.
Había que armarse de valor y echar horas y horas por carreteras dejadas de la mano de Dios. Recuerdo tener unas ganas enormes de llegar y ver el mar.
Al final, decidimos tener una relación más seria, aunque fuera en la distancia. Así estuvimos bastante tiempo, hasta que se hizo insostenible. Si realmente estás enamorado, es muy complicado.
Como yo soy un tipo muy echao pa’lante tomé la decisión de venirme a vivir a Alicante. Tenía 25 años. Por lo que ya llevo viviendo aquí quince años. Y ya eché raíces… por lo que a día de hoy, no lo cambio.
Anuque tengo el problema del idioma ya que casi no parlo el valencià, me siento un alicantino más. De hecho, en la zona donde yo vivo tampoco no se habla mucho.
Yo estudié BUP, ¡cuando aún existía! Cuando acabé, mis padres me dijeron «¿Y ahora qué quieres hacer?»
No me atraía nada lo que la universidad me podía ofrecer, porque yo quería aprender a programar, ¡pero rápido!
Empecé a trabajar de mensajero, repartiendo pizzas, cambiando bombillas para el ayuntamiento… ¡de lo que haga falta! Mi objetivo era ganar dinero para poder continuar con mis estudios de programación, fuera de la universidad.
Entonces, empecé a formarme. Estudiaba como un poseso. Hacía todos los cursos de los que me enteraba. ¡No paraba!
Lo que son las cosas… yo aquí grabando podcasts y resulta que empecé en la primera radio por internet de España. En Emisión Digital aprendí muchísimo. ¡Una barbaridad!
El director Rafael Revert, provenía de Los 40 Principales. Se querían hacer las cosas bien. Se contrató a un muy buen equipo, que provenía de la radio convencional. Tenían muy buen estudio y muy buen material.
Cada dos por tres habían reuniones a las que acudían altos mandatarios de la SGAE, peces muy gordos. También venían músicos famosos. Algunos a los que admiraba mucho, como Loquillo, al que tuve el placer de conocer y me pareció un tío súper majo.
Recuerdo que aquella era la época de NAPSTER, un servicio de distribución de archivos de audio. Significó una auténtica hecatombe para las discográficas.
Lo cambió todo. Acabó derivando a un cambio en el modelo de negocio, reinventándolo. De hecho, fue el germen de Spotify.
Cada dos años, aproximadamente, cambiaba de trabajo. Me reinventaba.
Para muchos, su sueño es el típico trabajo de funcionario… que lo respeto totalmente. Pero, hay gente que decidimos que no queremos eso. ¡También nos tienen que entender!
Los emprendedores, la gran mayoría de veces, somos unos incomprendidos. Para emprender hay que tener una base, tanto económica como mental y trabajar mucho más duro y mas horas que en un trabajo convencional.
Soy muy visceral y no me lo pensé dos veces. Puede ser un defecto o no serlo, pero yo soy de los que echan el órdago. Si tengo que hacer algo, o lo hago a tope o no lo hago.
Con cuarenta años intento limar asperezas de mi personalidad, pero no voy a cambiar 180 grados de cómo pienso.
La incertidumbre del mercado tecnológico siempre está en constante evolución. Esto te obliga a estar siempre en guardia.
Trabajando en programación haces las cosas sin entenderlas. Siempre me estoy formando porque las cosas siempre están cambiando.
Decidí entonces, ya que llevaba dos años cotizando, acogerme al paro y meterme de nuevo a estudiar. Hice el acceso a la universidad para mayores de veinticinco años.
En la universidad, quería aprender Informática, pero me di cuenta que la carrera de Telecomunicaciones profundizaba más en temas electrónicos, redes, etc. Digamos que es una carrera más para mentes inquietas que no la de Informática.
Según David Cuartielles, uno de los fundadores de Arduino… «Si realmente tienes alma de inventor, tienes que estudiar telecomunicaciones».
Un profesor de la universidad me empezó a abrir los ojos al hablarme de ciertos proyectos de Visión artificial.
Decidí hacer mi proyecto de final de carrera sobre esto. Me tiré cuatro años hasta que lo presenté ya que allí había todo un mundo por descubrir.
Actualmente sigo muy involucrado en el tema, aplicando los nuevos métodos de inteligencia artificial, deep learning, etc
Poco tiempo después me salió un trabajo muy interesante en la Terminal del Aeropuerto de Alicante.
Llevaba muchos años metido en programación y nunca había tenido contacto con los automatismos, ni había programado máquinas.
Es cuando comprendí que se podían programar otras cosas que no fueran ordenadores. Todo esto me abrió los ojos.
Pero, como me gustaba y no podía ponerme a estudiar otra carrera distinta, decidí dejarlo.
Llegué a un acuerdo de despido con la empresa y decidí centrarme en crear mi propia empresa. Donde dependiera sólo de mi. Poco después Arduino llegó a mi vida.
En esa época, trabajar con microprocesadores y programarlos era muy complicado. Es algo que no está al alcance de cualquiera que no tenga los conocimientos necesarios.
Arduino se empeñó en democratizar la programación de microprocesadores y microcontroladores a todo aquel que quisiera. Además, lo hizo de tal manera que, a día de hoy, hay niños programando microcontroladores… ¡imagina lo sencillo que es!
El objetivo de Arduino es facilitarnos la tarea de programar un microcontrolador o chip. Éstos están presentes en los coches, en los ascensores, los ordenadores…
Un microprocesador se encarga de hacer una tarea específica. Por ejemplo, en un ascensor se puede encargar de que se abra la puerta cuando el ascensor llega al piso indicado.
Un chileno, Sebastián Alegría, inventó con Arduino un chip que es capaz de predecir un terremoto con entre diez y cuarenta cinco segundos de antelación. Lo cual, ha ayudado a salvar muchas vidas.
Ya existía alguna máquina similar en Japón, pero a un precio inasumible. Sebastián hizo una máquina al alcance de cualquier bolsillo.
Ahora mismo estoy trabajando para poder monitorizar desde mi móvil el termostato de mi acuario y poder controlar el PH, subir o bajar la temperatura…
También trabajo en un chip para un frigorífico que permita controlar el consumo eléctrico. Un compañero de proyecto se ha cambiado el frigorífico porque se dio cuenta que, como era antiguo, consumía una barbaridad.
Lo ha tirado y se ha comprado uno nuevo. Ha calculado que, en un año y medio, ya habrá amortizado el frigorífico nuevo con todo lo que se habrá ahorrado de luz.
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